Se come las horas, los días completos,
deja historias a medias
Se come los ojos que lo miran, las
bocas que lo besan
El tiempo hace arrugas en el cuerpo
El tiempo sabe de silencios, aunque
habla en los ratos de sus pausas
No calla los gritos, no vive por si
solo, necesita del genio de las llegadas tarde y del apremio
El tiempo no guía, no sigue, ni se
queda en un instante
Se estremece en su muerte del día, en
cada media noche y se va entre nosotros, indiferente
El tiempo se come las uñas, se muerde
los dientes, derrama sudor en las agujas
Sale a buscar el rato que no olvida y
no deja recuerdos rezagados
El tiempo nos olvida y le sobra memoria
Comienza de nuevo cada día, se
arrastra sigiloso en su carrera
Con despreocupación y calma
El tiempo se trae a los amantes y se
los lleva
Es de quien lo espera, de
quien no se impacienta
De quien no se lo gana ni lo pierde
El tiempo que no es nada, lo domina
todo
El tiempo me ha dejado en algún lado
Y me vendrá a buscar, cuando llegue mi
tiempo
No hay comentarios:
Publicar un comentario